jueves, 26 de marzo de 2009

Sinololeonolocreo

Todos somos un lector único, en medio de otros que comparten nuestra misteriosa devoción
En el tren, dos muchachas, inmersas cada una en su libro, como si el mundo exterior no existiese, como si cada una se hallase encerrada en la consabida torre de marfil. Inclino la cabeza para alcanzar a leer los títulos. Una está leyendo Pot-Bouille de Zola, la otra Lenta biografía de Sergio Chejfec. La primera suspira, cierra su volumen, y le dice a su compañera: "¡Cuánto me gustaría leer un buen libro!". La segunda cierra a su vez el suyo y pregunta: "El que estás leyendo ¿no es bueno?". "Es bueno, pero no bueno para mí ¿me entiendes?". Su compañera la mira perpleja. "Para mí", le responde, "todo libro que me gusta es bueno. Los otros los dejo de lado". (Alberto Manguel)

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