sábado, 21 de noviembre de 2009

"¿Acaso no te basta con tener una larga y feliz vida conmigo?"

Sin duda los vampiros están de moda. El otro día no pude resistir la tentación de ver Crepúsculo en la tele. (Ayer sí resistí la de Van Helsing). Tenía curiosidad y por curiosidad aguanté toda la película. No haré más comentarios sobre ella, pero creo que Luna Nueva y las otras dos de la saga no me tocará verlas. Ya no tengo edad.
Sin embargo, quién si no un vampiro podría haber dicho esta frase. Sin ser un cinéfilo, creo que en todas las películas existe ese momento en el que ya sabes qué cosas van a apasar y cuáles no. El momento en el que te haces cómplice del autor y ya entiendes que participas de la historia. Supongo que eso es lo que tiene la literatura, aunque los guionistas de cine saben mucho de esto.
"Carpe diem", "Hasta el infinito y más allá", "Siempre nos quedará París"... son ejemplos bastante variopintos que se me ocurren para invitaros a reflexionar sobre esa película que os gusta y ese momento que la hace imperecedera. Algunas lo consiguen desde el principio: "Yo tenía una granja en África..."

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