sábado, 23 de enero de 2010

"Sólo el cambio permanece"

Es una de la "citas célebres" que más me gustan y recuerdo desde hace tiempo.

Preocupado por saber su autor, (si alguna vez lo supe -y lo supe- lo había olvidado), me fui a Google y obtuve 22.100 respuestas. Podría decir sin equivocarme mucho (porque obviamente no las consulté todas) que todas ellas tenían que ver con el mundo empresarial. De hecho, la más reciente era de apenas dos días y pertenecía a una página llamada "Supervivencia directiva: sólo el cambio permanece", página que habla mucho sobre el talento, concepto que empieza a estar de moda para sustituir a otros como capacidad o habilidad y que las empresas cada vez demandan más.

El caso es que, (hecho este inciso) hablándolo con Fran, el profe de Historia (lo de la cita) me hizo recordar que lo habíamos estudiado en el instituto: -"no te puedes bañar dos veces en el mismo río" ¿no te acuerdas? -me dijo. -¡Es verdad!- exclamé. Y cambié mi búsqueda en Google. ¡Qué rato tan interesante he pasado recordando todas esas cosas que estudiamos en Filosofía y que nos han enseñado a ser lo que somos!

Efectivamente, Heráclito de Éfeso afirmaba que todo cambia, todo nace y muere. Incluso Demócrito, el último de los Presocráticos, argumentó la existencia de átomos: partículas que ni se crean ni se destruyen y que al agruparse constituyen todo lo que conocemos. ¡Cuántos Principios de Conservación hemos estudiado que recogen esta idea "filosófica"!

Pero en realidad, Heráclito entendía que ese río que fluye y no lleva siempre el mismo agua, discurre, sin embargo, por un cauce que "le marca el camino". Una Ley que rige el devenir del mundo y que llamaba Logos, que en griego significa inteligencia, pensamiento, razonamiento...

Lo más sorprendente de mi "miniinvestigación" recordando "viejos conocimientos" fue algo que sí que no recuerdo haber estudiado ni leído: Protágoras, del que sí sabía, Presocrático también, nació más o menos cuando murió Heráclito y con apenas cuarenta años, allá por el 444 a. C., por encargo de Pericles redactó una constitución para Turios, una nueva colonia de Atenas. En ella, se estableció por primera vez en la Historia la educación pública y obligatoria.

Como siempre, aquí tenéis la historia. La idea: es preciso que cada río tenga su cauce y también es necesario que el agua fluya. ¿Será cuestión de talento percatarse de ambas cosas?

Para terminar, una cita mucho más reciente:
"El carácter de una persona lo determinan los problemas que no puede eludir y el remordimiento que le provocan los que ha eludido".
Arthur Miller

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Filosofía, física... cuanto saber se esconde tras las citas celebres de los Antiguos.
A mí, una de las que más me gusta es "La duda es el principio de la sabiduría". Sí, tal vez sea una influencia de Narciso, mi profesor de lengua de primero y segundo, que nos hacía empezar cada cuaderno con esta frase.
Con 15 años, también se puede recordar "viejos tiempos", aunque no sean de hace tanto, jeje.

JGR dijo...

A mí se me ocurren muchos comentarios al texto. Por ejemplo: ¿Por qué vemos tan claro que los demás necesitan cambiar y no lo vemos en nosotros mismos?
¿Nos hemos dado cuenta de que se necesita "sembrar" nuevas ideas para conseguir nuevos cambios?
¿Cuándo entenderemos que los cambios son muy lentos y se necesita mucha paciencia para notarlos?